Nuestro hijo fue diagnosticado como autista hace 4 años. Junto a mi esposa comenzamos un proceso de aprendizaje full. Hemos leído mucho mucho. Mi esposa ha podido estudiar formalmente al respecto. Ella es psicóloga y eso le ha abierto puertas para poder capacitarse. Hoy está trabajado solo con personas autistas. Hemos escuchado y leído a la comunidad autista y cada día seguimos aprendiendo de ellos, gracias a ello hemos podido entender mejor a nuestro hijo y hemos podido apoyar a familias que habían recibido el diagnóstico de sus hijos recientemente. También hemos visto y escuchado de mucha necesidad, sobre todo en las personas autistas que no han contado con un apoyo respetuoso en su desarrollo y en las familias que han recibido un diagnóstico reciente y no han recibido información sobre la neurodiversidad. Por ellos, en estos últimos años, nos hemos enfocado en ayudarles en lo que podemos.
Yo di estudios bíblicos en una iglesia por muchos años, fui diácono, líder de jóvenes, anciano y pastor. Tristemente, como cristianos evangélicos, nos hemos sorprendido con que en general la iglesia evangélica no ha sido un lugar donde los autistas puedan encontrar paz. Nos hemos encontrado con autistas teniendo muy malas experiencias en iglesias, rechazo y malas interpretaciones, cuando deberían ser un lugar de aceptación para ellos y también hemos visto familias cristianas que se ven rechazadas o dejadas de lado por sus iglesias cuando alguno de sus hijos es diagnosticado. En muchas iglesias se busca normalizar a la persona autista siguiendo las recomendaciones de profesionales que se han entrenado en terapias normalizadoras. Peor aun, en otras iglesia se busca "liberar del espíritu del autismo" a las personas autistas, generando aun más rechazo al autismo en las iglesias y en los mismos autistas.
La comunidad autista nos ha enseñado que buscar normalizar (que actúen de una manera neurotípica o como actúa la mayoría) a las personas autistas es dañino, es poco respetuoso con ellos y puede ser hasta abusivo, sin embargo normalizar es la bandera de la terapia relacionada con el autismo más utilizada a nivel mundial: ABA. Por ello muchos padres buscan normalizar a sus hijos y en la práctica rechazan cómo ellos son y muchas iglesias siguen sus pasos. Con ello crece el sufrimiento en las personas autistas y sus familias.
Si la iglesia se guía por las recomendaciones de especialistas en autismo, que no consideran el bienestar actual de las personas autistas, se vuelven iglesias que, al igual que esos especialistas, les hacen daño.
Si la iglesia tiende a espiritualizar todo comportamiento distinto, por no dedicar ningún esfuerzo en entender porque se presentan estas conductas, entonces lo único que generarán será rechazo de parte de las personas autistas y de sus familias.
Si la iglesia prioriza el mantener sus tradiciones, formas de llevar a cabo el culto y forma de relacionarse por sobre el bienestar de las personas autistas y sus familias, quienes desean ser miembros de sus congregaciones, entonces la iglesia producirá personas dañadas, autistas y neurotípicas, porque lamentablemente mucho de la forma de organizarse y relacionarse dentro de nuestras iglesias, no tiene relación con las personas que participan en ellas ni con su bienestar.
Si la iglesia evangélica sigue funcionando, como lo ha hecho hasta ahora, seguirá alejándose de lo que la palabra del Señor dice, Escrituras que ellos dicen respetar.
¿Por qué necesitamos grandes templos con muchas luces y grandes parlantes?, ¿por qué las iglesias no se juntan simplemente en casas?, ¿por qué hay iglesias donde el compromiso de una persona se mide por la cantidad de reuniones en las que participa en una semana y la cantidad de dinero que ofrenda?, ¿cómo es que hay personas que llegan al culto deprimidas y se van sin que nadie les de una palabra de aliento, cuando la iglesia debería ser un lugar donde Dios, que es amor, reine?, ¿cuales son las características de un cristiano evangélico considerado maduro y comprometido con Dios y con su iglesia?, ¿vienen estás características de la Biblia?
Mientras nuestras iglesias sigan funcionando sin enfocarse en poner en práctica lo que la Biblia dice sobre lo que es ser iglesia, entonces no seremos iglesias que incluyan a las personas neurodivergentes.
"Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley", si nos caracterizamos por estos atributos, entonces estaremos dispuestos a crecer y cambiar.
Por nuestra experiencia, podemos generalizar: creemos que las únicas personas que tienen verdadero interés en aprender de neurodiversidad o autismo son aquellas que tienen relación con alguna persona autista: padres, abuelos y espos@s. Los demás, en general, escuchan respetuosamente, pero no tienen interés en el tema. No hay una real manifestación de amor, hasta que les toca que alguien cercano sea diagnosticado como autista. Si la iglesia se enfocará en amar, en edificar, en ser paciente, en disfrutar con el otro, en cuidarse los unos a los otros, entonces las personas autistas o neurodivergentes en general serian mucho más fácilmente recibidas. Creo firmemente que una iglesia creciendo sanamente en la palabra del Señor, estará atenta y dispuesta a flexibilizar por el bien de sus hermanos autistas y sus familias, creo que está es la iglesia del Señor, que le debe dar a conocer.
Oramos porque el Señor nos guíe en acompañar a las personas autistas en su proceso de crecimiento y desarrollo y en poder presentarles la fe que a nosotros nos fortalece. La fe en un Señor cercano, disponible, respetuoso y preocupado de cada uno.